Recién llegados a Hell For Breakfast, Super Punk reúnen a miembros de Guerilla Poubelle (ex), Fortune Cookie Club y Kamakazi para educar a las masas con 'Kim Jong Goes to Cégep'.Dignas de la vieja escuela de Blink-182 o Sum 41, las melodías de Super Punk son cortas, pegadizas, punzantes y, sobre todo, nostálgicas. "Kim Jong Goes to Cégep" podría encajar perfectamente en la banda sonora de una película al estilo de American Pie y Lords of Dogtown, ¡y cada una de las canciones encajaría a la perfección!Eso sí, no nos hacemos responsables si, después de escuchar el álbum, te entran ganas repentinas de volver a montarte en el monopatín, ir a la pizzería de tu barrio y ¡hacer unos moshpits con tus colegas! ////Recién salido de la mesa de Hell for Breakfast llega el álbum debut de Super Punk. Esta superbanda reúne a miembros de Guerilla Poubelle (ex), Fortune Cookie Club y Kamakazi para educar a las masas con "Kim Jong Goes to Cégep".Podrías coger todo este álbum y escribir una película de skate punk de la adolescencia a lo American Pie y Lords of Dogtown (y el documental asociado), y cada canción daría en el clavo. Con la proporción justa de elementos extravagantes, efectos de sonido y divertidas improvisaciones con riffs acelerados y tambores contundentes, Super Punk ofrece exactamente lo que tu adolescente pop punk interior estaba buscando en un mar de princesas pop perfectamente dominadas. Mezclan con maestría la repetición ruidosa y descarada de grupos como The Ramones y The Clash con la melodía y las voces de principios de los 2000 (cuando todos, por unanimidad, estábamos "pasando por ello", y Sum 41, Good Charlotte y Blink-182 eran los únicos que ponían nuestros pensamientos en canciones).Lo increíble de la música punk es que, independientemente del idioma que hables, puedes sentir y emocionarte con la música. El álbum de Super Punk pone sobre la mesa este recorrido de 22 canciones a lo largo de 30 minutos y es tan bueno que hasta el más anglófono puede gritar las letras.Para los punks, la belleza está realmente en el caos y la simplicidad de ser ruidoso, agresivo y un poco (mucho) loco - y en 2020, qué podríamos necesitar más que un álbum que nos traiga justo eso.